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En un tazón, bata la masa con el azúcar hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa. Agregue los huevos, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición. Incorpore la vainilla. Combine la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio y la sal; agregue el suero de leche a la mezcla de crema, batiendo bien después de cada adición. Llene un molde para hornear de 25 cm engrasado y enharinado. Forme un tubo. Hornee a 175 °C hasta que al insertar un palillo en el centro se endurezca, de 55 a 70 minutos. Deje enfriar durante 10 minutos. Pase una espátula por los bordes y el centro del molde. Coloque el pastel sobre una rejilla de alambre sobre papel encerado. Para la salsa, combine el azúcar, la masa y el agua en una cacerola pequeña. Cocine a fuego medio hasta que la margarina se licue y el azúcar se deshaga. Retire del fuego; incorpore los concentrados. Haga agujeros en la parte superior del pastel tibio; vierta 1/4 de taza de la salsa sobre él. Deje reposar hasta que la salsa se absorba.
¡Disfrute!
