Para el toque caramelizado
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 10 g de mantequilla derretida
¿Por qué probar esta receta?
Este pastel es simplemente infalible. No requiere batidora, báscula ultraprecisa ni técnicas complicadas. Se adapta a cualquier ingrediente que tengas a mano y se prepara en menos de 20 minutos. Además, es una delicia olfativa: el aroma a mantequilla derretida, manzana y vainilla que inunda la cocina es una delicia. Se conserva muy bien e incluso se puede congelar en porciones. Ya sea que lo sirvas solo, con crema o con una bola de helado, seguro que triunfa.
Preparación paso a paso
Preparar las manzanas
Comienza precalentando el horno a 180 °C (350 °F). Pela las manzanas, quítales el corazón y córtalas en trozos pequeños o en rodajas finas, al gusto. Rocíalas ligeramente con jugo de limón para evitar que se doren mientras se cocinan.
Preparar la masa
En un tazón grande, bata los huevos con el azúcar y el azúcar de vainilla hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa. Incorpore la mantequilla derretida, la leche y el ron (si lo usa). Mezcle bien. Luego, agregue la harina tamizada, la levadura química, una pizca de sal y la canela. Trabaje la masa hasta que esté suave y homogénea. Agregue los trozos de manzana y revuelva suavemente para distribuirlos uniformemente.
Horneando el pastel
Enmantequillar y enharinar un molde desmontable de unos 22 cm. Verter la masa y alisar la superficie. Para un efecto caramelizado, espolvorear con azúcar moreno y rociar con mantequilla derretida. Hornear de 35 a 40 minutos. Comprobar la cocción: al insertar un cuchillo en el centro, este debe salir limpio. Dejar enfriar en el molde unos diez minutos antes de desmoldar con cuidado sobre una rejilla.
