El secreto de este pastel de almendras reside en su suave textura gracias a la harina de almendras, que le aporta una riqueza incomparable, y en la frescura que aportan las manzanas finamente rebanadas, que se derriten suavemente durante el horneado.
Usar mantequilla derretida y batir los huevos y el azúcar hasta que la mezcla blanquee garantiza un pastel ligero y esponjoso. El extracto de almendra amarga le aporta un sutil toque aromático que realza el sabor del fruto seco.
Disponer las manzanas en forma de roseta crea una presentación elegante y apetitosa, ideal para sorprender sin esfuerzo. Ingredientes
3 huevos
150 g de azúcar extrafino
150 g de harina de almendras
100 g de mantequilla derretida
2 manzanas (Golden o Gala), peladas y cortadas en rodajas finas
1 cucharadita de extracto de almendras amargas (opcional)
1 cucharada de azúcar glas (para decorar)
Preparación
