Pastel de Nube sin Harina – Una receta tradicional de mi bisabuela

Instrucciones paso a paso

Precalentamiento y preparación: Precaliente el horno a 160 °C (Gas Marca 1).

Mostat 5-6). Unte con mantequilla generosa un molde desmontable de 20 cm (preferiblemente uno desmontable) y forre el fondo y los lados con papel vegetal. Prepare un recipiente más grande para hornear a baño maría.

Prepare la mezcla de requesón: En un tazón grande, separe las claras de las yemas. Reserve las claras en otro tazón. En el tazón con las yemas, agregue el requesón, la mitad del azúcar (60 g), la maicena y el extracto de vainilla. Bata enérgicamente hasta obtener una mezcla suave y homogénea.

Batir las claras: En el tazón de las claras, agregue una pizca de sal y jugo de limón. Comience a batir con una batidora eléctrica a velocidad media. Cuando las claras estén espumosas, agregue gradualmente el azúcar restante (60 g) sin dejar de batir a alta velocidad. Bata hasta obtener un merengue brillante y firme que forme un “pico de pájaro” en la punta de las varillas.

Incorporación delicada: ¡Este es el paso clave para una textura ligera y esponjosa! Primero, incorpore un tercio de las claras de huevo a la mezcla de queso blanco y mezcle enérgicamente para despegar la mezcla. Luego, incorpore con mucho cuidado los dos tercios restantes, en varias tandas, con una espátula. Realice movimientos amplios y lentos, de abajo hacia arriba, para evitar que se rompan las claras.

Baño maría: Vierta suavemente la masa en el molde preparado. Alise la superficie. Coloque el molde en el recipiente más grande y vierta agua caliente en este último hasta que llegue a la mitad del molde. Hornee durante aproximadamente 50 a 60 minutos. El pastel debe estar dorado por encima y al insertar un palillo en el centro, este debe salir limpio. Aún estará ligeramente blando.

Enfriamiento lento: Una vez terminado el horneado, apague el horno, abra ligeramente la puerta y deje que el pastel se enfríe completamente en su interior durante al menos 1 hora. Este paso es crucial para evitar que se desmorone demasiado rápido.

Refrigeración: Una vez que el pastel se haya enfriado, desmolda con cuidado y guárdalo en el refrigerador durante al menos 3 horas, idealmente toda la noche. ¡Se disfruta mejor frío!

¿Con qué acompañar este pastel de nube sin harina?

Este pastel es delicioso solo, ¡pero le encanta la compañía! Aquí tienes algunas ideas para realzarlo:

Un coulis de frutos rojos: Un clásico atemporal. La ligera acidez de las frambuesas o las fresas contrasta a la perfección con el dulzor del pastel.

Fruta fresca de temporada: Unas bayas, rodajas de melocotón o albaricoque en verano, gajos de cítricos en invierno.

Un chorrito de caramelo de mantequilla salada: Para los más golosos, esta combinación es divina.

Un toque de chocolate: Un chorrito de chocolate fundido o unas virutas de chocolate negro por encima.

Bebidas: Marida de maravilla con un té helado casero, un latte o, para una ocasión especial, una copa de Crémant o Prosecco.

Nuestros mejores consejos para un pastel de nubes perfecto

Temperatura de los ingredientes: Para una masa suave y claras perfectamente montadas, saca los huevos y el queso blanco del refrigerador 30 minutos antes de empezar.

El secreto para batir claras: Asegúrate de que el bol y las varillas estén impecablemente limpios y secos. El más mínimo rastro de grasa (incluso un poco de yema) puede impedir que las claras se monten correctamente. No las batas demasiado; deben quedar firmes, pero flexibles.

La importancia del baño maría: ¡No te saltes este paso! Hornear a baño maría crea un calor suave y húmedo alrededor del pastel, lo que garantiza una textura suave y uniforme, a la vez que evita que la superficie se agriete.

Error a evitar: ¡Nunca abras la puerta del horno durante los primeros 45 minutos de horneado! El choque térmico haría que el pastel se desmoronara como un suflé.

Instrucciones de almacenamiento

En el refrigerador: Este pastel de nubes sin harina se conserva de maravilla. Colócalo en un recipiente hermético y refrigéralo. Se conserva hasta 4 días. De hecho, a mucha gente le gusta aún más al día siguiente, cuando los sabores se han desarrollado por completo y la textura es aún más tierna.

¿Se puede congelar?: No recomiendo congelarlo. La textura delicada, similar a una mousse, del pastel, debido a las claras de huevo, no se descongela bien y podría volverse aguada y granulada.

Cómo servir: Este pastel está diseñado para disfrutarse frío, directamente del refrigerador. No necesita recalentarse. ¡Su frescura es una de sus mayores ventajas!

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Puedo usar yogur griego en lugar de requesón? ¡Sí, se puede! El yogur griego le dará un sabor ligeramente más ácido y una textura un poco más densa. Para un resultado lo más parecido posible al original, recomiendo encarecidamente usar requesón.