El yogur griego le da al pastel un toque fresco y agradable, haciéndolo deliciosamente jugoso. Combinado con un poco de maicena, da como resultado una textura fina y cremosa, deliciosa tanto caliente como fría. Ya sea solo o con una cucharada de compota de frutos rojos, este pastel demuestra que la indulgencia y la ligereza no tienen por qué estar reñidas.
Me doy este capricho todas las noches y no engordo ni un gramo. Es el único pastel que puedo comer después de cenar. ¡Solo tiene 90 calorías!
Ingredientes:
2 tazas (aproximadamente 500 g) de yogur griego natural
3 huevos medianos
½ taza (aprox. 60 g) de maicena
Edulcorante (eritritol, miel u otros; la cantidad puede variar)
3 gotas de extracto natural de vainilla
Preparación:
continúa en la página siguiente ⏬️⏬️
