Análisis de sangre: La prueba más común es el factor reumatoide (FR), pero también se pueden utilizar otras pruebas como el anticuerpo anti-proteína citrulinada (ACPA).
Radiografías: Se pueden tomar imágenes de las articulaciones para detectar daño articular.
Ecografía y resonancia magnética: Estas pruebas ayudan a detectar inflamación y daño articular que puede no ser visible en las radiografías.
Tratamiento de la artritis reumatoide
Si bien no existe una cura definitiva para la artritis reumatoide, los tratamientos pueden controlar los síntomas y ayudar a prevenir un mayor daño articular. El objetivo principal del tratamiento es reducir la inflamación, controlar el dolor y mejorar la función articular.
1. Medicamentos
Los tratamientos para la artritis reumatoide suelen incluir medicamentos como:
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
s): Reducen el dolor y la inflamación.
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME): Ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad, como el metotrexato.
Medicamentos orgánicos: Son medicamentos que bloquean partes específicas del sistema inmunitario para reducir la inflamación.
2. Fisioterapia
La fisioterapia puede ayudar a mejorar la flexibilidad articular, reducir el dolor y aumentar la fuerza muscular alrededor de las articulaciones afectadas.
3. Cirugía
En casos más graves, cuando la artritis reumatoide causa un daño articular significativo, puede ser necesaria una cirugía, como un reemplazo articular (prótesis) o la corrección de la deformidad.
