Queso mozzarella
Se funde en una exquisita textura elástica, creando una corona ligeramente dorada.
CÓMO PREPARAR QUICHE DE ESPINACAS Y RICOTA
Preparar esta quiche es sencillo y gratificante. Pasarás de saltear verduras frescas a batir una crema pastelera sedosa antes de hornearla hasta obtener un acabado tierno y dorado.
1. Precalienta el horno a 190 °C (375 °F). Si usas una masa comprada, hornéala rápidamente a ciegas siguiendo las instrucciones del paquete para asegurar una base crujiente.
2. En una sartén grande, caliente el aceite de oliva a fuego medio. Añada la cebolla finamente picada y sofríala hasta que esté translúcida, unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se dore.
3. Incorpore el ajo picado y continúe sofriendo durante aproximadamente 1 minuto, hasta que desprenda aroma, pero no se queme.
4. Añada las espinacas frescas picadas gruesas a la sartén. Cocine, removiendo, hasta que las hojas estén completamente marchitas, unos 2-3 minutos. Retire la sartén del fuego y deje que la mezcla se enfríe un poco.
5. En un tazón grande, bata los huevos grandes, el queso ricotta, la leche, el queso parmesano rallado, la sal, la pimienta negra y la nuez moscada hasta que la mezcla esté completamente suave y de color uniforme.
6. Extienda la mezcla fría de espinacas y cebolla uniformemente sobre la base de la masa de tarta preparada. Vierta con cuidado la crema pastelera de huevo y queso sobre las verduras, asegurándose de que se distribuya uniformemente.
7. Espolvorea el queso mozzarella rallado uniformemente sobre la superficie del quiche para lograr un delicioso acabado dorado.
8. Coloca el quiche en el centro del horno precalentado y hornea durante 35-40 minutos, o hasta que el centro esté cuajado y la superficie ligeramente dorada. Retíralo del horno y déjalo reposar 10 minutos antes de cortarlo.
SUGERENCIAS DE PRESENTACIÓN PARA EL QUICHE DE ESPINACAS Y RICOTA
Una vez que tu quiche de espinacas y ricota haya reposado, es hora de pensar en cómo servirlo de la manera más deliciosa. Este plato destaca cuando se combina con cuidado, ya sea para un brunch con amigos, para disfrutar de un almuerzo en solitario o para preparar una cena ligera.
Una ensalada fresca de verduras mixtas con vinagreta de limón aporta un toque refrescante y cítrico a la riqueza del quiche.
Sirva las rebanadas calientes recién salidas del horno para saborear los quesos derretidos, o deje que la quiche alcance la temperatura ambiente para una reunión más informal; ambas opciones ofrecen texturas diferentes.
Decore cada rebanada con una pizca de hierbas frescas como cebollino picado o perejil para añadir color y un toque de frescura.
Sirva como acompañamiento compota de frutas casera o chutney (como tomate asado o melocotón) para añadir un toque agridulce que complemente la sabrosa crema pastelera.
CÓMO CONSERVAR LA QUICHE DE ESPINACAS Y RICOTA
Tanto si quiere disfrutar de las sobras como si quiere planificar con antelación para mañanas ajetreadas, saber cómo conservar su quiche correctamente le permitirá conservar su textura y sabor. Siguiendo estas sencillas instrucciones, cada rebanada tendrá el mismo sabor delicioso que el día que se horneó.
