Preparación:
- Lava bien la cebolla y las frutas. Asegúrate de eliminar residuos de pesticidas.
- Pela la cebolla (puedes reservar parte de la piel/láminas finas) y corta en trozos.
- Toma las cáscaras cítricas (sin parte blanca amarga grande) y córtalas en tiras finas.
- En una olla, hierve el litro de agua y agrega la cebolla y las cáscaras.
- Deja hervir a fuego medio-bajo durante 15-20 minutos con la olla semi tapada.
- Apaga el fuego y deja reposar otros 10 minutos.
- Cuela el líquido. Si lo deseas, añade un poco de miel (opcional) o unas rodajas de jengibre fresco.
- Consume una pequeña taza (125-200 ml) al día preferiblemente en la mañana o tras la cena.
- Este remedio no es un “milagro instantáneo”. Puede necesitar varias semanas de uso constante para que los efectos antioxidantes se manifiesten.
- Podrías notar una reducción leve de una sensación de inflamación o mejoría en molestias al orinar, pero no es seguro que revierta procesos avanzados de la próstata.
- Si la próstata está muy agrandada, con síntomas obstructivos severos o sospecha de cáncer, este tipo de remedio debe considerarse complemento, nunca sustituto del tratamiento médico.
4. Precauciones y advertencias
- Consulta con tu médico o urólogo antes de comenzar, especialmente si tienes condiciones previas (litiasis renal, gastritis, problemas hepáticos).
- En pacientes con tratamiento para próstata (medicación, cirugía, radioterapia) no suspender su terapia bajo tu cuenta.
- Evita dosis excesivas. Moderación es clave.
- Alergias: algunas personas pueden ser sensibles a los compuestos de la cebolla o cítricos.
- Esta receta no reemplaza exámenes prostáticos (PSA, ecografía) ni el seguimiento médico.
