Historia 3: Un talento olvidado
Siempre pensé que mi abuelo era un simple granjero. Un día, encontré un viejo baúl lleno de partituras, trofeos y fotos de él tocando en salas de conciertos.
Había sido un pianista de renombre en Europa, pero lo dejó todo tras una crisis personal. Mis padres nunca me habían hablado de ello. Cuando le pregunté, simplemente dijo: «Algunas melodías deberían quedar grabadas en la memoria». Desde entonces, he empezado a tocar el piano. Espero que esté orgulloso de mí.
Historia 4: Una verdad difícil
De niña, creía que mi media hermana era hija de mi padre y su nueva pareja. Tenía el pelo rubio, lo que contrastaba marcadamente con el del resto de la familia. Mi padre decía que él tenía el mismo pelo de joven.
Más tarde, supe que quizá no fuera su padre biológico. Fue duro oírlo, pero me recordó lo complejos que pueden ser los lazos familiares, y a veces más fuertes que los lazos de sangre.
Historia 5: Una rivalidad silenciosa
