Decir adiós de otra manera: gestos simbólicos y amables
¿Sientes la necesidad de un último gesto conmovedor, pero deseas evitar cualquier riesgo? Existen alternativas sencillas y significativas. Tocar la mano del difunto, susurrarle unas palabras, colocar una carta en el ataúd o encender una vela junto a él…
Estos rituales, a veces incluso más personales que un beso, permiten crear una conexión pacífica con el difunto, sin dejar de ser respetuoso con el propio bienestar.
