Según un notario, ésta es la edad más sensata para transferir la propiedad a su hijo y minimizar los impuestos sobre la herencia.

Un pequeño extra que marca la diferencia: ventajas fiscales

Algunas transferencias se benefician de subsidios que pueden renovarse en el tiempo, así como de mecanismos que simplifican los acuerdos financieros entre padres e hijos.

Estas ventajas acumuladas a lo largo de varios años se convierten en activos valiosos para transferir activos en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, tenga en cuenta que algunas opciones se vuelven menos accesibles después de cierta edad. Por lo tanto, es mejor considerarlas con calma y sin demora.