2. Sequedad de la uña
Con la edad, las uñas, al igual que la piel, tienden a resecarse. La falta de hidratación las vuelve más quebradizas y acentúa las estrías. El contacto frecuente con agua, jabón y productos químicos de limpieza puede agravar la sequedad.

3. Deficiencias nutricionales
Un nivel bajo de nutrientes importantes como la biotina, el hierro, el zinc y el magnesio puede debilitar las uñas y acentuar las estrías. Dado que el metabolismo y la absorción de nutrientes suelen disminuir con la edad, las deficiencias son más comunes después de los 40 años.
4. Estado de salud
En algunos casos, las crestas verticales pueden indicar problemas de salud subyacentes, como mala circulación, desequilibrio tiroideo o artritis reumatoide. Si además nota fatiga, cabello quebradizo o cambios en la piel, conviene consultar con un médico.
¿Cuándo deberías empezar a preocuparte?
Las crestas verticales suelen ser inofensivas, pero debes consultar a un médico si observas lo siguiente:
Cambios en el color de las uñas (especialmente vetas o líneas oscuras)
Uñas que se parten, se descaman o se engrosan
Dolor, hinchazón o inflamación alrededor de la uña
Estos signos podrían indicar infecciones por hongos, traumatismos o, en casos raros, melanoma, una forma grave de cáncer de piel que puede aparecer debajo de la uña.
