Tengo 51 años. Y cada vez noto más cómo la soledad transforma a una persona por dentro y por fuera. Hablo conmigo misma, evito comunicarme, sobre todo con los hombres. Incluso en el trabajo, intento evitar cualquier contacto con ellos. Antes me reía de los cumplidos, pero ahora me sonrojo y no sé qué hacer. A veces, siento que estoy aprendiendo a vivir de nuevo, pero esta vez en silencio.
¿Qué pasa cuando una mujer está sola mucho tiempo?
1. Las prioridades cambian.
Al principio, era la familia: los hijos, mi esposa, la casa. Ahora, por primera vez, pienso en mí. Me compro libros, ropa, me permito descansar. Y, sin embargo, a veces, un sentimiento de culpa me corroe, como si una vocecita interior me susurrara: «Eres egoísta». Pero en realidad, no es egoísmo, es cuidar de uno mismo.
2. Surgen la culpa y el miedo.
A diario, oscilo entre “Merezco paz” y “He perdido algo importante”. A veces, anhelo el hombro de un hombre en el que apoyarme. Hay momentos en los que solo quiero que alguien me abrace y me susurre: “Todo estará bien”. Pero en casa, solo hay silencio. Y ese silencio es más fuerte que cualquier palabra.
3. Te acostumbras a la soledad.
Al principio, es doloroso. Luego, te acostumbras. Nadie critica, exige nada ni llega tarde. Pero con el tiempo, los intercambios animados, las sonrisas y la espontaneidad desaparecen. En algún momento, te das cuenta de que la comodidad no rima con la felicidad.
Lo que aprendí sobre mí.
La soledad no es una condena. Es simplemente una pausa, un momento para reconectar con uno mismo. Pero si te quedas en ella demasiado tiempo, te arriesgas a perder las ganas de vivir. Ahora intento reconectarme poco a poco con el mundo, salir más, comunicarme, aprender a creer de nuevo. Ya no tengo veinte años, pero creo que la vida no ha terminado. Es simplemente el comienzo de un nuevo capítulo. Ya
no le temo a la edad. Me ha enseñado lo más importante: amarme incondicionalmente. Y si un día el destino trae a un hombre de vuelta a mi vida, lo aceptaré no por miedo a la soledad, sino porque desearé sinceramente estar con él.
