2. Agregar el aceite
Incorpora lentamente el aceite mientras sigues batiendo. Este paso le da la humedad que tanto nos gusta. Bate unos 2 minutos más hasta que todo esté bien mezclado.
3. Añadir el jugo y la ralladura de naranja
Ahora es el turno del jugo de naranja natural y la ralladura. Mezcla por otros 2 minutos. Notarás cómo el color cambia a un tono dorado precioso y el olor comienza a perfumar la cocina.
4. Tamizar los ingredientes secos
En otro recipiente, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal. Esto evita grumos y hace que el pastel quede más esponjoso.
Luego, agrega poco a poco los secos a la mezcla líquida. Hazlo con movimientos envolventes (o a velocidad baja si usas batidora). La idea es no sobrebatir para conservar el aire y lograr una textura ligera.
5. Preparar los moldes
Engrasa y enharina los moldes, o bien coloca papel para horno en la base. Si usas moldes de silicón, basta con un poco de aceite en spray.
Consejo: Si no tienes cuatro moldes pequeños, puedes usar uno grande y ajustar el tiempo de horneado (unos 45–50 min).
6. Hornear
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
Vierte la mezcla en los moldes hasta las tres cuartas partes de su capacidad.
Hornea durante 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo, salga limpio.
Tu cocina se llenará de un aroma tan delicioso que te costará esperar a que enfríe.
7. Enfriar y disfrutar
Deja reposar el pastel 10 minutos antes de desmoldarlo. Luego colócalo sobre una rejilla para que enfríe por completo.
Cuando esté frío, puedes espolvorear azúcar glas, decorar con rodajas de naranja confitada o simplemente disfrutarlo así, natural, con un cafecito o una infusión.
