Síntomas reveladores de un hígado cargado de grasa y toxinas: ¿cómo identificarlos?

Problemas de la piel: La piel opaca, el acné persistente, el color amarillento o la picazón inexplicable pueden ser una señal de que el hígado no está haciendo su trabajo de desintoxicación.
Aumento de peso inexplicable: Un hígado sobrecargado puede ralentizar el metabolismo, lo que dificulta la pérdida de peso incluso cuando se lleva una dieta equilibrada y se hace ejercicio.

Dolor abdominal: Las molestias o el dolor en la parte superior derecha del abdomen pueden indicar que el hígado está inflamado o sobrecargado.

Cambios en las heces o la orina: La orina oscura, las heces pálidas o las heces con exceso de grasa pueden ser señales de que el hígado necesita atención.