Realiza una pequeña prueba de alergia aplicando una gota del suero en la muñeca o detrás de la oreja antes del primer uso.
• Evita el contacto directo con los ojos.
• No lo apliques sobre piel con heridas abiertas, irritaciones severas o brotes activos.
• Suspende el uso si notas enrojecimiento intenso, ardor o picor persistente.
Conclusión
Los remedios naturales pueden ser aliados valiosos para el cuidado de la piel cuando se usan con constancia y prudencia. El suero de clavo de olor con aceite vegetal es un buen ejemplo de cómo, utilizando ingredientes simples y al alcance de la mano, es posible hidratar, suavizar y mejorar el aspecto del rostro.
Usado de forma regular y acompañado de una rutina básica de limpieza, este suero puede ayudar a reducir líneas finas y arrugas, aportando al mismo tiempo vitalidad, luminosidad y una apariencia más fresca y saludable. La clave está en la constancia y en escuchar siempre las necesidades de tu piel.
