¿Te despiertas todas las noches a la misma hora? Esto es lo que significa.

A la hora de hidratar a un bebé o preparar sus biberones, a menudo surge la duda entre agua del grifo y agua embotellada. Ambas opciones son adecuadas, siempre que se tomen ciertas precauciones.

Se puede usar agua del grifo si cumple con los estándares de calidad vigentes y si el municipio no presenta altos niveles de nitratos u otras sustancias indeseables. Sin embargo, esta opción requiere consultar periódicamente la información proporcionada por las autoridades sanitarias locales y evitar el uso de agua de fuentes antiguas que puedan contener plomo.

El agua embotellada apta para bebés es una alternativa sencilla y segura. Algunas aguas naturalmente bajas en minerales indican en su etiqueta que son aptas para preparar biberones o alimentar a bebés. Esta indicación garantiza una composición estable que satisface las necesidades de los niños pequeños.

En todos los casos, elija un agua cuya composición se adapte a su sistema digestivo en desarrollo y siga las normas de higiene: abra el biberón menos de 24 horas antes de abrirlo, guárdelo en el refrigerador y manipule los biberones de forma limpia.