¿De dónde proviene el problema?
Caza, es normal. El gato es un depredador, y si todo va bien, su madre le enseñó a seleccionar y traer a su presa… ¡que reproduce como un buen estudiante!
La solución:
Le ponemos un collar con cascabeles alrededor del cuello: el ruido debería ser suficiente para ahuyentar a los pájaros.
¿Por qué mi gato se niega a tragar su medicamento?
Nada de lo que hago funciona, ¡lo escupe todo! Y es una pesadilla tratarlo cada vez.
¿De dónde proviene el problema?
Para un gato, la medicina no es muy apetitosa. Y su olfato no lo engaña, ¡hasta el punto de que pocos gatos caen en la trampa de una albóndiga rellena de medicina!
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La solución:
Lo sujetamos entre nuestras piernas, dejando solo la cabeza fuera, le abrimos la boca y le deslizamos la pastilla por la garganta. Luego, le mantenemos la mandíbula cerrada y le masajeamos la garganta para obligarlo a tragar. ¿Sigue sin haber suerte? Repetimos el mismo procedimiento con un pastillero (menos de 2 € en el veterinario). ¿Por qué mi gato no para de saltar sobre la encimera?
La mesa, el armario de la cocina, la encimera… en cuanto hay comida en algún sitio alto, ahí va. ¿Su objetivo? ¡Usar sus habilidades de cazador para atrapar cualquier cosa que pueda coger a la velocidad del rayo!
¿De dónde proviene el problema?
Si las reglas no están perfectamente claras desde el momento en que llega a casa (“comes de tu plato”), es perfectamente natural que vaya a buscar comida donde esté.
La solución:
Lo pillamos desprevenido con un truco de los entrenadores de animales. Antes de sacar la comida, extendimos una manta de supervivencia (o papel de aluminio) sobre la superficie de trabajo… y esperamos. Sorprendido por la desagradable sensación del crujido bajo sus patas, el gato no debería querer repetir la experiencia.
¿Por qué mi gato ataca las plantas?
Es imposible mantener una planta sana; ¡no para de excavar en la tierra y/o mordisquear las hojas!
¿De dónde proviene el problema?
Masticar hierba para purgarse, escarbar en la tierra blanda bajo sus patas… estos son placeres felinos que la mayoría de los gatos disfrutan, especialmente si no tienen acceso al exterior. El único problema es que algunas plantas de interior (ficus, lirio de los valles, azaleas…) son tóxicas para los gatos.
La solución:
Compramos una maceta con hierba gatera y ponemos piedritas o bolas de naftalina en la tierra de las plantas para evitar que escarbe y confunda la tierra con su arena. ¿Y si mastica las hojas? Un rociado rápido con agua debería ser suficiente para disuadirlo.
¿Por qué me muerde mi gato?
Con él, las sesiones de abrazos nunca son fáciles de entender. Se relaja, todo está bien, y de repente, reacciona si le tocas la barriga…
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