Parecían tenerlo todo para ser felices: un hogar tranquilo, una pareja fiel, una vida ordenada. Y, sin embargo, una mañana, se marchan. No por capricho ni por cansancio pasajero, sino porque en el fondo, algo ha muerto. ¿Qué impulsa a tantas mujeres, después de 40 años, a pasar página de una historia que parecía sólida?

El gran malentendido de la pareja “sin problemas”

Muchas mujeres dicen que no hubo discusiones, ni infidelidad, ni siquiera una crisis importante. Simplemente, una deriva lenta. Como un hilo invisible que se afloja con el tiempo, hasta romperse silenciosamente. No es el amor lo que desaparece, sino la conexión. Ese pequeño “nosotros” cotidiano que hacía que sus corazones latieran al unísono.