2. Proporciona soporte antes de plantar.
Ya sea que uses jaulas, tutores o enrejados, ¡las plantas necesitan soporte! Al cultivar tomates grandes, el soporte es clave para mantener su salud. Cultivamos nuestros tomates en soportes caseros, colocándolos antes de plantarlos. Esto no solo sujeta la planta desde el principio, sino que también evita dañar y aplastar las raíces al intentar trasplantarlas posteriormente. Así que instala el soporte antes o durante la plantación, ¡no semanas después!
3. Plantar profundamente
Los tomates deben plantarse profundamente en la tierra. Plantarlos profundamente ayuda a las plantas a desarrollar raíces adicionales para absorber más nutrientes y humedad. Plantar profundamente es beneficioso por dos razones.
Primero, ayuda a proteger las plantas de los elementos. Un sistema radicular profundo se seca con menos rapidez. También proporciona más soporte, lo que permite que las plantas resistan el viento y las tormentas. Plantar más profundamente también fomenta el crecimiento de más raíces desde el tallo, raíces cruciales para suministrar nutrientes y agua a la planta a medida que crece. ¿
A qué profundidad? Nosotros plantamos nuestros tomates a 15-20 centímetros de profundidad. Y no te preocupes si entierras accidentalmente algunas de las hojas inferiores al trasplantar. Las nuevas raíces crecerán desde allí sin dañar la planta. La receta consta de 3 páginas. Puedes ver el resto de la receta haciendo clic en el botón de abajo.
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4. Prepare el compost.
Uno de los mayores secretos para cultivar tomates grandes es fertilizar las plantas al momento de plantarlas. Rellenamos el hoyo con una mezcla de compost, unas cáscaras de huevo trituradas, unas cucharaditas de café molido y cáscaras de cebolla.
