Finalmente, poda tus tomateras a medida que crecen, prestando especial atención a la base de cada una. ¿Por qué? Podar las ramas inferiores permite que el aire y la luz circulen mejor.
También facilita el riego y la fertilización. Después de podar, puedes añadir una dosis de compost para revitalizar tus plantas. La poda también dificulta el acceso de insectos y plagas.
Además,
para obtener una buena cosecha y cultivar tomates jugosos, grandes y deliciosos, es un excelente consejo añadir una cucharada de aceite de neem a la base de cada planta. El aceite de neem tiene importantes propiedades nutricionales, huele parecido al ajo y tiene efectos hidratantes, calmantes y reepitelizantes. Una sola cucharada en la tierra alrededor de la planta es suficiente para protegerla de orugas, pulgones y cochinillas.