Estos estiramientos deben realizarse antes de acostarse y después de despertarse, para reducir la hinchazón y el dolor relacionados con la inflamación de los nervios.
Otra herramienta eficaz para mejorar la flexibilidad es la tabla inclinada. Este dispositivo permite el estiramiento progresivo de pantorrillas y piernas. La inclinación se puede ajustar para aumentar la dificultad del ejercicio y, por lo tanto, mejorar la flexibilidad con el tiempo. Una mayor flexibilidad muscular ayuda a reducir la presión sobre los nervios, disminuyendo así el dolor asociado con la neuropatía.
La importancia de las ortesis y el calzado adecuado
Elegir el calzado adecuado es crucial en el tratamiento de la neuropatía periférica. Un calzado mal ajustado o sin soporte puede ejercer una presión excesiva sobre los nervios del pie, empeorando así el dolor. Se recomienda optar por calzado con un buen soporte para el arco, lo que ayuda a prevenir el pie plano y evita el estiramiento o la compresión de los nervios.
Las plantillas ortopédicas también son muy eficaces para sujetar el arco del pie y reducir la presión sobre los nervios. Es recomendable usar plantillas ortopédicas no solo al aire libre, sino también en casa, optando por pantuflas o sandalias con buen soporte. Esto ayuda a mantener la estabilidad del pie durante el día, reduciendo así el dolor nocturno.
El estilo de vida y el control de los síntomas también son importantes.
El manejo de la neuropatía periférica también implica mejorar los hábitos de vida. Se recomienda reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar, ya que ambos agravan el daño nervioso. El consumo excesivo de alcohol puede dañar los nervios y causar un aumento del dolor nocturno. Además, fumar reduce el flujo sanguíneo, lo que puede exacerbar la neuropatía.
Otro aspecto importante es el manejo de las afecciones médicas subyacentes. La diabetes, por ejemplo, es una causa importante de neuropatía periférica. Controlar los niveles de azúcar en sangre es esencial para prevenir el daño nervioso. También se recomienda encarecidamente la pérdida de peso, ya que el exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre los nervios de las piernas y los pies, empeorando así el dolor.
Cremas, aceites y soluciones tópicas
