Una pista valiosa para una identificación temprana
¿El atractivo de esta prueba? Es sencilla, no invasiva, económica y podría realizarse en un consultorio médico sin necesidad de equipos sofisticados. Y lo más importante, ofrecería la oportunidad de identificar a las personas en riesgo antes de la aparición de síntomas visibles , lo que facilitaría un tratamiento temprano y estrategias de prevención adecuadas.
Como destaca el Dr. Jeffrey Motter , coautor del estudio, integrar este tipo de detección en el seguimiento médico de rutina podría cambiar fundamentalmente la forma en que diagnosticamos la enfermedad de Alzheimer: un paso adelante que brinda esperanza a los pacientes… y a sus familias.
¿Qué olores debemos tener en cuenta?
Estos son los 12 olores utilizados en la prueba a los que debes prestar atención si notas una incomodidad persistente:
Olores no alimentarios : jabón, cuero, lila, humo, gas, rosa
Olores de comida : cereza, clavo, fresa, mentol, piña, limón.
La dificultad repetida para reconocer algunos de estos olores, especialmente un olor familiar como el del jabón, puede justificar una conversación con su médico , especialmente si le preocupan otros signos sutiles (pérdidas de memoria, desorientación, pérdida de interés, etc.).
¿Moraleja? La ducha no es solo un momento de relajación… También podría convertirse en una alarma silenciosa sobre el estado de nuestro cerebro.
