Una infusión que te hace bien

1 manzana orgánica (preferiblemente dulce, como Golden o Gala), cortada en cuartos con piel
1 cucharadita de cúrcuma en polvo (o 2 cm de raíz recién rallada)
1 trozo pequeño de jengibre fresco (aprox. 2 cm), pelado y rallado
1 ramita de romero fresco (o 1 cucharadita de romero seco)
1 pizca de pimienta negra (opcional, pero se recomienda por su contenido en curcumina)
500 ml de agua filtrada
1 cucharadita de miel (opcional, al final de la preparación)

Preparación
En una cacerola, hierva el agua.
Agregue los gajos de manzana, la cúrcuma, el jengibre y el romero.
Reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante 10 a 12 minutos. Añada una pizca de pimienta negra justo antes de apagar el fuego para facilitar la absorción de la cúrcuma.
Deje reposar 5 minutos fuera del fuego y cuele. Sírvala bien caliente, con una cucharada de miel si lo desea.
Consejos de bienestar
Para un efecto desintoxicante y antihinchazón, beba esta infusión después de las comidas.
Para el dolor crónico, puede consumirla una o dos veces al día durante dos semanas.
La versión fría también es deliciosa: déjela reposar, cuélela y refrigérela con unos cubitos de hielo.

Un ritual de bienestar que debe adoptar
Beber esta infusión caliente, idealmente después de las comidas o al final del día, se convierte rápidamente en un tratamiento holístico: alivia la tensión, fortalece las articulaciones, calma los intestinos… y le permite disfrutar de un tiempo a solas. Para un efecto más intenso, puede añadir una pizca de pimienta negra y una cucharada de miel si tiene la garganta sensible