Para ayudar al jardín
Las cáscaras de huevo también se utilizan mucho en jardinería. Uno de sus usos más comunes es como fertilizante natural. Trituradas y mezcladas con la tierra, la enriquecen con calcio y ayudan a equilibrar el pH. Esto es especialmente beneficioso para cultivos como los tomates, los pimientos y las berenjenas, que requieren un aporte extra de calcio.
Se pueden colocar trozos grandes de concha alrededor de las plantas para formar una barrera natural contra caracoles y babosas. Sus bordes afilados mantienen alejadas a estas plagas sin necesidad de pesticidas.
Otra opción es añadir las cáscaras al compost: aceleran la descomposición y enriquecen el compost con minerales.
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