Macerar: Tritura ligeramente las hojas con un mortero (sin llegar a hacer una pasta) para liberar sus aceites esenciales. Colócalas en el frasco de vidrio.
Cubrir: Vierte el aceite portador hasta cubrir completamente las hierbas. Asegúrate de que las hojas queden sumergidas.
Maceración Solar o Caliente (Método Rápido):
Método Solar (lento y suave): Cierra el frasco y déjalo en un lugar soleado o cálido durante 2 a 4 semanas. Agita suavemente el frasco cada día.
Método Caliente (rápido): Coloca el frasco sin tapa en una olla con agua (baño María). Calienta a fuego muy bajo (que el agua no hierva) durante 2 horas. Este método acelera el proceso, pero requiere vigilancia.
Colar y Almacenar: Una vez finalizada la maceración, cuela el aceite con un paño de muselina o filtro de café para retirar todos los restos vegetales.
Conservación: Guarda el aceite final en una botella de color oscuro. Etiqueta con la fecha. Se conserva bien en un lugar fresco y oscuro por 6 a 12 meses.
