No es inflamatoria como los aceites modernos que han sido procesados industrialmente.
Aporta un sabor profundo y natural, que resalta los ingredientes sin esconderlos.
Dura mucho tiempo sin echarse a perder, y se puede reutilizar con cuidado.
🔸 ¿Y era saludable?
Aunque hoy nos llenan de miedo con la palabra “grasa”, la ciencia más reciente está rehabilitando a la manteca natural.
