Los verdaderos expertos en psicología te dirán que el duelo es complicado. ¡Pero no se lo digas a quienes ya están muertos por dentro! Estas son las personas que intentarán hacerte sentir fatal si haces cualquier cosa que no sea comprar velos negros o tirarte en un ataúd. ¡Cualquier ataúd sirve! ¿Acaso no se supone que la gente debería estar triste?
Nadie puede decirte si estás viviendo un duelo “correctamente”. Puedes tener buenos y malos momentos. Puedes no llorar cuando no tengas ganas. Puedes estar en shock. Puedes sentirlo todo. Puedes no sentir nada. Puedes reírte de cualquier cosa. Puedes tomarte un minuto y no pensar en la muerte en absoluto.
(Lior Zaltzman)
3. Despreciadores y Minimizadores
Quienes descartan y minimizan son incapaces de intimidad emocional o de permanecer incómodos, así que intentarán forzarte a volver a la “normalidad” lo antes posible. No hay lugar común demasiado vacío o tonto para esta gente. Aquí les dejo algunas de mis menos favoritas:
“¡El tiempo cura todas las heridas!”
“Dios no te da más de lo que puedes soportar.”
“Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.” (¿No significa esto que alguien tendrá que trepar por una ventana para salir de su situación actual? ¿Quién querría hacer eso?)
Estos actos verbales solo sirven para que quien los expresa supere sus propios sentimientos de impotencia. La gente puede estar incómoda dos minutos y no morir. En realidad, no es para tanto.
4. La brigada del “¡Bueno, al menos!”
