2️⃣ Dolor abdominal persistente
El dolor abdominal también puede estar relacionado con cánceres del estómago, hígado u ovarios, especialmente en etapas tempranas.
Aunque muchas personas asocian este malestar con indigestión, gases o úlceras, es importante reconocer cuando el dolor no desaparece.
Por ejemplo, el cáncer gástrico en etapa inicial puede causar una molestia constante en la parte superior del abdomen, similar a una sensación de hinchazón o presión.
A medida que la enfermedad progresa, el dolor se vuelve más agudo e intenso.
En el caso del cáncer de ovario, las mujeres pueden presentar dolor pélvico o abdominal, acompañado de distensión abdominal o pérdida del apetito.
Si el dolor abdominal es frecuente, recurrente o intenso, especialmente si se acompaña de pérdida de peso, náuseas o dificultad para comer, es fundamental acudir a un profesional de la salud para una evaluación completa.
3️⃣ Dolores de cabeza y síntomas neurológicos
Aunque la mayoría de los dolores de cabeza no son graves, los dolores frecuentes, intensos o inusuales pueden ser una señal de alerta.
Algunos tumores cerebrales, aunque menos comunes que otros tipos de cáncer, pueden provocar síntomas neurológicos importantes.
Entre ellos se incluyen:
Dolor de cabeza persistente
Mareos o pérdida del equilibrio
Visión borrosa
Cambios cognitivos o de comportamiento
Los tumores cerebrales ejercen presión sobre los tejidos circundantes, causando dolor localizado e hinchazón.
Este tipo de dolor suele empeorar por la mañana o al cambiar de posición (por ejemplo, al acostarse).
⚠️ Si un dolor de cabeza no desaparece y se acompaña de síntomas como náuseas, vómitos o confusión mental, busca atención médica de inmediato.
