1) Pérdida de peso inexplicable
Si estás perdiendo peso sin proponértelo, especialmente más de 5 kg (unas 10 libras), es una señal de alerta. La pérdida de peso repentina e inexplicable se asocia con tumores de páncreas, estómago, pulmón o esófago. Las células cancerosas pueden alterar la forma en que el cuerpo absorbe nutrientes y calorías, lo que provoca fluctuaciones rápidas de peso.
Presta atención a:
Ya no haces dieta ni ejercicio, pero aun así pierdes peso
Falta de apetito o sensación de saciedad rápida
2) Fatiga constante
Este no es el cansancio típico después de un día ajetreado; la fatiga relacionada con el cáncer no desaparece con el descanso. Podría ser una señal temprana de leucemia o tumores de colon o estómago, donde una hemorragia interna contribuye al agotamiento.
Esté atento a:
