Agotamiento prolongado a pesar de dormir lo suficiente
Dificultad para respirar o debilidad durante las actividades diarias
3) Dolor o malestar atípico
El dolor persistente (en la espalda, el abdomen, el pecho o los huesos) puede indicar un problema más profundo. Algunos tumores presionan nervios u órganos, causando dolor crónico que no desaparece.
Esté atento a:
