La receta viene de mi bisabuela: Pastel Nube sin Harina.
Imagina un pastel tan ligero y esponjoso que literalmente se deshace en la boca, dejando una sensación de dulzura infinita. Esa es la promesa de nuestro Pastel Nube sin Harina, una auténtica joya de la casa que hace honor a su nombre. Todavía recuerdo la primera vez que lo probé. Buscaba un postre naturalmente sin gluten para una amiga, pero me daba miedo encontrarme con una receta seca o demasiado densa.
Y ahí estaba, ¡mágico! En tan solo unos minutos de preparación y con pocos ingredientes, tuve este postre con una textura increíble, a medio camino entre una tarta de queso japonesa y un suflé de queso. Se convirtió al instante en un clásico en casa, el postre que siempre pido para cumpleaños, cenas improvisadas o simplemente para un capricho dulce el fin de semana.
Este pastel es especial porque encarna la simplicidad en su máxima expresión. Sin una larga lista de ingredientes, sin técnicas complicadas y con un tiempo de preparación récord. Es el postre familiar por excelencia, uno que a los niños les encanta y que los padres pueden preparar en un instante.
Índice
¿Qué es el Pastel Nube sin Harina?
¿Pero por qué llamarlo “pastel nube”? ¿Cae del cielo en un día soleado? ¿Será la receta secreta de los ángeles? ¡Casi lo creerías! La verdad es aún más encantadora. Este nombre poético proviene simplemente de su textura: increíblemente esponjosa, vaporosa e inmaculadamente blanca, como un cúmulo de nubes en un día de verano.
Cuenta la leyenda (en mi cocina) que la primera vez que lo serví, mi esposo cerró los ojos al morderlo y suspiró: “¡Es como comer una nube!”. El nombre se quedó grabado. El viejo dicho, “el camino al corazón es por el estómago”, hace maravillas, ¡incluso con las recetas más ligeras! Así que no esperes más, ¡descubre el secreto de este postre celestial!
Por qué te encantará este pastel de nubes sin harina
Si aún dudas en probarlo, te doy tres excelentes razones que te harán correr a la cocina a probar esta receta de pastel de nubes sin harina.
Una textura inolvidable, esponjosa y fundente. El principal atractivo de este pastel es, sin duda, su textura. Olvídate de todo lo conocido. Cada bocado es una caricia para el paladar. Es tan ligero que parece disolverse en la lengua, dejando un sabor dulce y delicadamente lechoso. Es el equilibrio perfecto entre la riqueza de una tarta de queso y la ligereza de un soufflé. Es el tipo de postre que no te pesará y es una excelente manera de terminar una comida sin sentirte mal.
Un postre inteligente y económico. En una época donde todo está en auge, preparar postres caseros es una excelente manera de darse un capricho sin arruinarse. ¡Este pastel es la prueba perfecta! Solo requiere ingredientes básicos y muy asequibles: huevos, azúcar y queso crema. No necesitarás invertir en harinas especiales sin gluten, que a veces pueden ser caras. Es la receta anticrisis definitiva para disfrutar al máximo.
Infinitamente personalizable con coberturas saladas. La simplicidad de este pastel es también su mayor punto fuerte: ¡es un lienzo en blanco para tu creatividad! Sírvelo solo, simplemente espolvoreado con azúcar glas para apreciar su delicado sabor. O bien, añádele un coulis de frutos rojos, fruta fresca de temporada, un chorrito de caramelo de mantequilla salada o incluso ralladura de limón. Al igual que nuestra receta clásica de pastel de yogur, se adapta a todos tus gustos. ¡Deja volar tu creatividad y prepárate para sucumbir!
Pastel de yogur con azúcar glas
Cómo hacer pastel de nubes sin harina
Resumen rápido
¡Una receta increíblemente sencilla! Este pastel de nubes sin harina es una auténtica maravilla culinaria. Con solo 3 ingredientes principales y unos 15 minutos de preparación, obtendrás un postre con una textura cremosa que se derrite en la boca y es increíblemente ligero. Hornearlo toma aproximadamente una hora, pero prácticamente cumple su función. ¡Una auténtica delicia que requiere muy poco esfuerzo para un resultado espectacular!
Ingredientes clave para el Pastel Nube sin Harina
Requesón: 500 g (20% o 40% de grasa para una cremosidad extra, pero 0% de grasa también funciona para una versión ultraligera) o queso crema, como el Philadelphia.
Huevos: 4 grandes, a temperatura ambiente.
Azúcar extrafino: 120 g (puede ajustar la cantidad a su gusto).
Maicena: 40 g
Extracto de vainilla líquida: 1 cucharadita
Zumo de limón: 1 cucharada (para estabilizar las claras)
Sal: 1 pizca
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