Mezcla jengibre con clavo y descubre lo que te aporta. Para seguir recibiendo mis recetas, ¡solo da las gracias! Encuentra la receta completa en los comentarios 👇

Despertarse rígido y dolorido, con dificultad para levantarse de la cama sin dolor de rodilla, cadera o espalda, y sentir que el cuerpo no se mueve como antes, por mucho que se descanse, es increíblemente desalentador con el paso de los años. Cosas sencillas como atarse los cordones, la jardinería o jugar con los nietos se convierten en batallas agotadoras, y uno empieza a preguntarse si es solo la “vejez” lo que tiene que aceptar. Pero miles de personas mayores de 60 años (e incluso de 80) están descubriendo que combinar dos especias comunes en la cocina —jengibre y clavo— en un simple ritual diario les ayuda a sentirse más relajados, fuertes y con más energía en cuestión de días o semanas, y lo mejor viene de inmediato.

¿Por qué el jengibre y el clavo de olor son el dúo del que todos hablan durante más de 50 años?

Estas dos especias han sido apreciadas en Ayurveda, la medicina tradicional china y los remedios caribeños durante siglos debido a sus propiedades naturales de calentamiento y estimulación de la circulación.

Al combinarlas, se produce algo especial:

El compuesto activo del jengibre, el gingerol, favorece una respuesta inflamatoria saludable y el bienestar articular (Journal of Medicinal Food).
El clavo de olor es una de las fuentes más ricas de eugenol, un poderoso antioxidante que, según investigaciones herbales, ayuda a proteger las células y a mantener un movimiento cómodo.

Juntos, crean un suave efecto termogénico (de calentamiento) que mejora el flujo sanguíneo a los músculos y las articulaciones, justo lo que necesitan los cuerpos rígidos.