Cuando tus hijos te falten el respeto y te ignoren… ¡No te enojes! Haz ESTO (funciona de maravilla).

Recuerda: la calma es fuerza .

La capacidad de controlarse a uno mismo no significa suprimir los sentimientos, sino convertirlos en un recurso positivo.

2. Sé comprensivo, pero no cedas.
La empatía no significa permitirlo todo. Significa buscar la razón detrás del comportamiento .

¿Quizás el niño esté experimentando estrés, inseguridad o tensión interna?
Escúchalo sin juzgarlo, pero no permitas que le falten el respeto.

La conversación compasiva abre puertas que los gritos cierran.

3. Establecer límites claros y tranquilos
Los niños necesitan estructura y claridad. Lo más importante es explicarles qué es aceptable y qué no, sin un tono autoritario .