La falta de conexión emocional pesa más de lo que uno podría pensar.

A menudo pensamos que la falta de contacto físico es lo más difícil. En realidad, es la ausencia de intercambios profundos, ternura o simplemente miradas sinceras lo que crea una sensación de vacío. Las mujeres, en particular, necesitan sentirse escuchadas y comprendidas para sentirse realmente cómodas consigo mismas.
El tiempo puede construir muros
Con el paso de semanas o meses, esta falta de conexión puede llevar a la autoprotección. Poco a poco, cerramos ciertas puertas, creamos distancia, a veces sin darnos cuenta. Como resultado, se vuelve más difícil confiar, abrirse o reconectar, incluso cuando el deseo regresa.
