
Pasado este tiempo, observa tu vaso:
- Si el agua permanece clara y tranquila, significa que la habitación parece energéticamente equilibrada.
- Si el agua se vuelve turbia, espumosa o tiene depósitos inusuales, significa que la mezcla ha absorbido energías no deseadas.
En este caso, desecha la mezcla (preferiblemente en el inodoro), limpia el vaso y vuelve a empezar con ingredientes frescos.
Repita el proceso tantas veces como sea necesario hasta que el agua quede clara.
Consejo de bienestar: combina este método con momentos de calma, meditación o escucha de música relajante para reforzar el ambiente positivo.
¿Por qué se utiliza este método?
La sal se ha utilizado desde la antigüedad como purificador natural, capaz de absorber las energías negativas.
El vinagre, por su parte, es conocido por sus propiedades desinfectantes y purificadoras del aire.
Combinándolos creas un ritual sencillo que ayuda a purificar tu hogar y promover el bienestar interior.
