¿Dónde está el límite entre la micción nocturna normal y anormal?

Despertares nocturnos frecuentes sin motivo aparente (p. ej., beber demasiado).
Necesidad intensa o dolorosa de orinar por
la noche. Sueño deficiente o fatiga diurna debido a las idas nocturnas al baño.
Producción de grandes cantidades de orina por la noche (poliuria nocturna).
Aumento de la frecuencia durante el día y la noche.
Causas comunes de nicturia anormal: Diversos factores médicos y de estilo de vida pueden contribuir a la micción nocturna anormal:

Vejiga hiperactiva (VH): Una afección en la que los músculos de la vejiga se contraen con demasiada frecuencia, lo que provoca micción frecuente.
Infecciones del tracto urinario (ITU): Pueden causar ardor y mayor necesidad de orinar.
Diabetes: Un nivel alto de azúcar en sangre puede provocar una producción excesiva de orina, incluso por la noche.
Insuficiencia cardíaca congestiva: Puede provocar la acumulación de líquido en las piernas durante el día y su reabsorción por la noche.
Trastornos del sueño: Como el insomnio o la apnea del sueño, que pueden aumentar la necesidad de orinar.
Medicamentos: En particular, diuréticos o medicamentos que se toman cerca de la hora de acostarse.
Consejos para controlar la micción nocturna.