Extrañé su risa, su voz, incluso la forma en que me recordaba que debía beber agua cuando estaba demasiado ocupado.
Hoy estaba limpiando y se me cayó la botella.
Cuando cayó al suelo, la tapa saltó y un pequeño papel doblado se deslizó hacia afuera.
Mis manos temblaban cuando lo recogí.
Dentro había una nota escrita a mano que decía:
Sé que este perfume es temporal, pero el mes que viene te sorprenderé con el collar con el que siempre has soñado. Gracias por creer en mí, incluso cuando no lo digo lo suficiente. Eres mi regalo para siempre.
Me senté allí en el suelo, sosteniendo la botella y la nota contra mi corazón, mientras las lágrimas corrían libremente.
