2. Prepara todos los vegetales

Lava muy bien las hojas de lechuga y escúrrelas. Lo ideal es secarlas con un paño limpio o centrifugadora de ensaladas para que el aderezo se adhiera mejor. Córtalas con las manos en trozos medianos.

Lava los tomates y córtalos en rodajas o gajos. Si usas cherry, simplemente pártelos por la mitad.

Rebana el pepino en rodajas finas. Puedes quitarle parte de la cáscara si lo prefieres más suave.

Corta la cebolla morada en aros o medias lunas muy finas. Si no te gusta muy fuerte, déjala 10 minutos en agua fría con una pizca de sal y luego escúrrela.

Trocea el queso fresco en cubitos pequeños.

Escurre bien el atún o las sardinas y desmenúzalas ligeramente con un tenedor.

3. Monta la ensalada

En una fuente grande coloca primero una cama de hojas verdes.

Encima, distribuye de forma ordenada las papas, el pepino, el tomate, la cebolla y las aceitunas.

Añade el atún (o las sardinas) formando pequeños montoncitos para que se vea más apetecible.

Reparte los cubos de queso fresco por toda la ensalada.

Coloca los huevos duros alrededor o encima, como decoración principal.

Si decides usar alcaparras, espárcelas al final para dar ese toque salado y gourmet.

4. Prepara el aderezo

En un recipiente pequeño añade la mostaza Dijon, el aceite de oliva y el vinagre.