Esta mañana salí al jardín, solo para regar las flores y ver si los gatos ya habían hecho sus necesidades, como suelen hacer. Pero en cuanto abrí la puerta, me golpeó un olor horrible. Era tan fuerte que sentí una opresión en el pecho y un sabor metálico en la boca.

Esta mañana salí al jardín para regar las flores y ver si los gatos habían hecho sus necesidades otra vez, como suelen hacer. Pero en cuanto abrí la puerta, me golpeó un olor horrible. Era tan fuerte que sentí una opresión en el pecho y un sabor metálico en la boca.

Di unos pasos y me quedé paralizado. En el suelo, cerca del macizo de flores, algo se movía.  🫣Ante mí yacía una extraña formación rojiza, viscosa, casi boca abajo. Olía a carne podrida, como si alguien hubiera escondido un animal muerto cerca. Retrocedí, con el corazón latiendo a mil por hora, y pensamientos terribles inundaron mi mente.

—¿Qué es eso? ¿Una larva? ¿Una criatura extraña? ¿O… los restos de un alienígena? —No lo entendí. 😲

Saqué mi teléfono, tomé una foto y, conteniendo la respiración por el hedor, me puse a buscar respuestas en Internet.

Escribí « rojo, viscoso, con olor a podrido » en el buscador, y el primer resultado me hizo estremecer. Decía:

« Anthur Archera: un hongo extraterrestre, también conocido como Dedos del Diablo. »

Resultó ser un hongo completamente real, originario de Australia y Tasmania, pero con el tiempo se ha extendido por todo el mundo.

A primera vista, parece un huevo blanco, pero luego emergen de él tentáculos rojos, como garras o dedos del diablo.