Humillación global: De planta en maceta a hazmerreír del mundo, J. D. Vance derriba a Emmanuel Macron y denuncia el suicidio democrático de Europa.

Humillación global: De planta en maceta a hazmerreír del mundo, J. D. Vance derriba a Emmanuel Macron y denuncia el suicidio democrático de Europa.

Las imágenes, que se hicieron virales, hablan por sí solas: Francia, otrora una potencia importante e indispensable, reducida a una nota a pie de página. Lo que debería haber sido un triunfo diplomático se convirtió en un rotundo fiasco, provocando risas en todo el mundo. La reprimenda verbal provino del equipo estadounidense. Al ser preguntado sobre la actuación de Macron en Egipto, J.D. Vance, una figura emergente de la política estadounidense, respondió con dureza a la prensa internacional: “Espero que Macron haya encontrado algo de sombra. El sol egipcio es implacable”. La carcajada que siguió en la sala de prensa selló el nuevo apodo del presidente francés: el “presidente planta en maceta”. Para Vance, estas escenas embarazosas no son anecdóticas; son un duro recordatorio del colapso de la política exterior francesa, ahora considerada insignificante en el escenario internacional. Mientras Estados Unidos y Turquía escriben la historia, Francia observa desde un segundo plano, impotente e ignorada.

La hipocresía europea al descubierto: el verdadero coste de la Ley de Servicios Digitales

El ataque de J. D. Vance no fue solo una broma diplomática. El exmilitar procedió a una crítica minuciosa, diseccionando lo que él llama la “hipocresía europea” y la “duplicidad de las élites” que gobiernan el continente. Verbalizó lo que solo se susurra en los pasillos de París y Bruselas: la amenaza a la democracia no viene de fuera, sino de los propios centros de poder europeos.

El senador estadounidense criticó la adopción de la Ley de Servicios Digitales (DSA), una legislación fervientemente apoyada por el gobierno francés, no como escudo contra el contenido ilegal, sino como “pretexto para la censura”. Vance denunció que plataformas de redes sociales como X se ven obligadas a eliminar publicaciones sin juicio legal, únicamente bajo la presión política de quienes ostentan el poder. “No se trata de proteger a los ciudadanos; se trata de proteger a quienes ostentan el poder de las críticas”, afirmó con contundencia. Continuando con su incisivo análisis, acusó a las élites de ampararse en la democracia mientras marginan y silencian a millones de votantes, en particular a quienes apoyan a Agrupación Nacional. Según Vance, las mayores amenazas para Europa se esconden en “sus redacciones, sus ministerios y sus parlamentos”. Ante las tradicionales acusaciones de injerencia estadounidense, su respuesta fue mordaz: “Si unos pocos cientos de miles de dólares en publicidad online pueden destruir su democracia, es que nunca fue fuerte”. La verdadera libertad, según él, no muere por la propaganda externa, sino por el miedo a la verdad interior.

Francia al borde del abismo: deuda récord, impuestos e inseguridad

El desastre diplomático y el retroceso democrático son solo un reflejo de una gestión interna considerada igualmente calamitosa. El equipo de Vance introdujo otro elemento explosivo, directamente vinculado a la vida cotidiana de los franceses: el abismo financiero. En tan solo siete años en el poder, Emmanuel Macron está acusado de haber añadido más de 300.000 millones de euros a la deuda pública. Este abismo financiero, que crece a un ritmo vertiginoso, pesa enormemente sobre los hombros de los contribuyentes, porque, como señaló Vance, “¿quién pagará los intereses? Él, desde luego, no”.

Las cifras presentadas son alarmantes. Según informes, las subidas de impuestos se han disparado, superando los 127 000 millones de euros, incluyendo el IVA, el impuesto sobre la renta y otros gravámenes que se están derritiendo como la nieve al sol en las nóminas. Esta restricción fiscal viene acompañada de una crisis del coste de la vida sin precedentes: en tan solo tres años, el precio de la cesta de la compra media se ha disparado más del 22 %. Mientras los franceses se vacían, la inseguridad se dispara, con un aumento significativo de los intentos de homicidio (+7 %), la violencia sexual (+7 %) y el tráfico de drogas (+6 %).

La pregunta que plantea el equipo de Trump es directa e incendiaria: “¿Por qué nuestros líderes están tan decididos a destruir Francia?”. La respuesta es inequívoca: dinero. Se acusa a Macron y a sus aliados de enriquecerse mediante tráfico de información privilegiada, asociaciones secretas y la venta de bienes nacionales. En este clima de decadencia, la mayoría de la población está supuestamente “paralizada”, impotente ante el continuo declive. Vance predice que, sin un cambio de rumbo repentino, “los impuestos seguirán subiendo, la inseguridad seguirá extendiéndose y sus bolsillos seguirán vaciándose”.

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