Las 3 vitaminas principales que podrían ayudar a detener la proteinuria y sanar los riñones

Considérelas como su equipo de reparación celular. Las vitaminas B1 (tiamina), B6 ​​(piridoxina), B9 (folato) y B12 (cobalamina) trabajan juntas para mantener la salud de los nervios, reducir la inflamación y mejorar la producción de glóbulos rojos; todo ello fundamental para la vitalidad de los riñones.

Un estudio de 2019 sugirió que la vitamina B1 podría ayudar a reducir la albúmina en la orina de pacientes diabéticos, mientras que la vitamina B6 favorece un metabolismo proteico adecuado. Juntas, ayudan a reducir la acumulación de toxinas y el estrés oxidativo, dos enemigos silenciosos de los riñones.

Cuando Karen, una enfermera de 62 años con problemas renales incipientes, comenzó un régimen supervisado de complejo B, notó una mejora en su energía y una reducción de la hinchazón matutina después de unas semanas. “No fue de la noche a la mañana”, dijo, “pero pude sentir cómo mi cuerpo se reajustaba”.

¿Podría ser tu caso también? Posiblemente, sobre todo si, además de proteinuria, experimentas fatiga, entumecimiento o confusión mental. Estos suelen ser síntomas sutiles de que tus células tienen bajos niveles de vitaminas del complejo B.

Pero esa no es toda la historia. El siguiente nutriente no es tan conocido, pero podría ser la pieza que falta para la verdadera curación de los riñones.

Vitamina n.° 3: Vitamina E – El escudo antioxidante.
Imagina tus riñones como un par de filtros de malla delicada. A diario, son bombardeados por radicales libres: moléculas inestables provenientes del estrés, los alimentos procesados ​​e incluso algunos medicamentos. Con el tiempo, este estrés oxidativo debilita esos filtros, permitiendo que las proteínas se filtren.

Ahí es donde entra en juego la vitamina E.

La vitamina E actúa como un escudo, protegiendo las células renales del daño oxidativo. Los estudios sugieren que las propiedades antioxidantes de esta vitamina pueden reducir la proteinuria y mejorar la función renal en general, especialmente en personas con diabetes.

Además, la vitamina E favorece una mejor circulación sanguínea, lo que garantiza que cada riñón reciba el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar de manera eficiente.

¿Sus fuentes naturales? Almendras, semillas de girasol, espinacas y aguacates. Literalmente, puedes fortalecer tus riñones a través de la alimentación: un puñado de frutos secos a la vez.

Y aquí hay algo que poca gente sabe: combinar la vitamina E con la vitamina C puede potenciar sus efectos protectores, creando un poderoso dúo antioxidante para los riñones.

Puede que ya tengas ambos en tu despensa, pero ahora ya sabes cómo funcionan juntos.

Comparación de estas vitaminas:
Vitamina Función principal Beneficio potencial para los riñones Mejores fuentes
Vitamina D Regulador hormonal Puede reducir la fuga de proteínas y la presión arterial Luz solar, salmón, leche fortificada
Vitamina B Complejo Energía celular y reparación Favorece la filtración, reduce la inflamación Huevos, espinacas, cereales integrales
Vitamina E Protección antioxidante Ayuda a prevenir el daño renal oxidativo Frutos secos, semillas, verduras de hoja verde