Las 3 vitaminas principales que podrían ayudar a detener la proteinuria y sanar los riñones

Cómo usar estas vitaminas de forma segura
Situación Buenas prácticas Consejo de seguridad
Deficiencia de vitamina D Hágase una prueba antes de tomar suplementos Evite las megadosis sin supervisión médica
Fatiga o proteinuria Considere tomar complejo B a diario Son hidrosolubles, pero tómelas con alimentos
Estrés oxidativo o diabetes Añada alimentos ricos en vitamina E Evite los suplementos de dosis altas a largo plazo
Qué puede hacer a partir de hoy
El primer paso no es comprar suplementos, sino comprender su cuerpo. Hágase análisis de sangre y orina con regularidad. Consulte con su médico sobre sus niveles de vitamina D, B12 y ácido fólico. Luego, comience a ajustar su dieta para incluir alimentos que favorezcan la función renal.

Aquí tienes algunos hábitos diarios que pueden potenciar tus resultados:

Mantente hidratado con agua limpia y filtrada.
Incorpora verduras de hoja verde y frutos secos para obtener vitaminas de forma natural.
Limita el consumo de sal procesada y bebidas azucaradas.
Toma el sol de la mañana durante 10-15 minutos.
Muévete suavemente; incluso caminar mejora la circulación sanguínea en los riñones.
Cada pequeño paso contribuye a un mejor funcionamiento. Tus riñones son resistentes; solo necesitan el entorno adecuado para recuperarse.

Superando las dudas.
Quizás te preguntes: ¿De verdad las vitaminas por sí solas marcan la diferencia? Es una pregunta válida. Ningún nutriente puede “curar” la enfermedad renal, pero las vitaminas adecuadas pueden favorecer la recuperación y retrasar su progresión. Considéralas como parte de un plan integral: estilo de vida, nutrición y atención médica trabajando en armonía.

Al igual que al afinar un piano, cada tecla —tu dieta, vitaminas, hidratación— contribuye a un ritmo más saludable en tu cuerpo. Y cuando tus riñones vuelven a funcionar en armonía, todo lo demás se siente más ligero.