¿Estás constantemente aclarando la garganta?
¿Sientes que hay algo atascado ahí atrás —una flema espesa y molesta que nunca desaparece?
Toses, intentas aclarar tu voz… pero siempre vuelve.
Si esto te resulta familiar, no estás solo, y quiero decirte que no tienes que vivir así.
Tener algo de mucosidad es perfectamente normal cuando tienes un resfriado o alergias estacionales.
Pero cuando esa flema se vuelve espesa, abundante y persistente durante semanas o meses, ya no es solo una molestia —es una señal de que algo en tu cuerpo está desequilibrado.
Hoy vamos a profundizar en las cuatro causas más comunes —y a menudo pasadas por alto— de la flema persistente en la garganta.
Te mostraré cómo reconocer las señales de advertencia de cada una y, lo más importante, compartiré cinco estrategias naturales y efectivas para ayudarte a solucionar el problema y volver a respirar con facilidad.
(Este artículo se basa en la experiencia del Dr. RN Veller.)
🔑 Puntos Clave
La flema persistente es un síntoma, no una enfermedad. Es la forma en que tu cuerpo te dice que algo anda mal.
Las cuatro causas más comunes son:
Reflujo gastroesofágico (ERGE)
Sinusitis crónica
Alergias o intolerancias alimentarias
