1. Deje de fumar
Como indica WebMD: «Aunque se sabe desde hace tiempo que fumar aumenta el riesgo de muerte por cáncer y enfermedades cardíacas, investigadores finlandeses afirman haber encontrado buenas razones para creer que fumar más de dos paquetes de cigarrillos al día entre los 50 y los 60 años aumenta el riesgo de demencia en etapas posteriores de la vida». (5)
Nunca es tarde para dejar de fumar: “Los exfumadores o las personas que fumaban menos de medio paquete al día no parecen tener un mayor riesgo de desarrollar demencia”.
Los investigadores creen que este mayor riesgo se debe en parte a que fumar contribuye al estrés oxidativo y la inflamación. Muchos otros estudios también han confirmado la relación entre el tabaquismo y la enfermedad de Alzheimer (6,7).
Si tiene dificultades para dejar de fumar, existen muchas hierbas naturales que pueden ayudarle a dejar el hábito y eliminar ciertas toxinas de los pulmones después de dejarlo.
2. Manténgase físicamente activo
La actividad física tiene un impacto positivo en todo el cuerpo, incluido el cerebro. De hecho, aumenta el flujo de oxígeno y nutrientes al cerebro y ayuda a prevenir factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión y otros (8).
En un estudio, investigadores de la Clínica Cleveland en Estados Unidos reclutaron a casi 100 hombres y mujeres de entre 65 y 89 años, algunos de los cuales tenían antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer. La mitad de estos participantes eran portadores del gen e4, lo que aumentaba significativamente su riesgo de desarrollar la enfermedad (9).
Los participantes se dividieron en cuatro grupos:
