Personas mayores: 6 razones ocultas por las que sus piernas se debilitan DESPUÉS de los 60 (¡Haga esto AHORA!)

Lo que a menudo se pasa por alto es que la debilidad en las piernas no siempre se debe solo a la edad. Es una combinación de factores, algunos sorprendentes, que van minando la fuerza poco a poco. Comprenderlos te da el poder de hacer pequeños cambios hoy que podrían ayudarte a mantenerte activo mañana. Enumeremos seis razones poco reconocidas por las que tus piernas podrían debilitarse después de los 60.

Pérdida de masa muscular (sarcopenia): Alrededor de los 50 años, tu cuerpo comienza a perder de forma natural entre un 1% y un 2% de masa muscular cada año, un proceso llamado sarcopenia. Esto significa que, aunque tu peso no haya cambiado, tu masa muscular podría haberse reducido significativamente, lo que hace que tus piernas tengan menos capacidad para soportarte. Mini-gancho: ¿El lado positivo? Los estudios sugieren que el entrenamiento de resistencia, incluso con pesas ligeras, puede ralentizar o revertir este deterioro.
Mala circulación: Si has notado hinchazón en los tobillos o una sensación de pesadez después de estar sentado demasiado tiempo, la circulación podría estar influyendo. La reducción del flujo sanguíneo significa que el oxígeno y los nutrientes no llegan eficazmente a los músculos de las piernas, lo que provoca que se cansen más rápidamente. Mini-gancho: Incluso pequeños hábitos, como flexionar los tobillos mientras ves la televisión, pueden mejorar la circulación.
Cambios nerviosos: Tu sistema nervioso controla la activación muscular. Con la edad, algunas vías nerviosas se vuelven menos eficientes, lo que provoca reflejos más lentos y contracciones más débiles. Afecciones como la diabetes o problemas de columna pueden empeorar esto, minando silenciosamente la fuerza de las piernas.
Deficiencias de vitaminas y minerales: A menudo se pasan por alto, pero nutrientes como la vitamina D, el calcio y el magnesio son fundamentales para la contracción muscular y el soporte óseo. Un nivel bajo de vitamina D, común en personas mayores que pasan menos tiempo al aire libre, puede contribuir tanto a la debilidad en las piernas como a un mayor riesgo de caídas.