Paso 1: Prepara los ingredientes
La clave para una sopa rápida es la organización. Cuanto mejor preparadas estén las verduras, más rápido y uniformemente se cocinarán.
Pela y pica las verduras
Empieza pelando y cortando las verduras en trozos pequeños. Aquí tienes algunos consejos para optimizar este paso:
Cebolla y ajo: Picarlos finamente para que liberen todo su sabor desde el principio de la cocción.
Papas: Cortarlas en cubos pequeños de aproximadamente 1 cm para que se cocinen rápidamente.
Zanahorias: Cortarlas en rodajas finas o en cubos pequeños. Cuanto más finas sean, más rápido se cocinarán.
Calabacín: No es necesario pelarlo si es orgánico; su piel le aporta textura y color. Córtalo en medias lunas.
Consejo: Si tienes prisa, usa verduras congeladas precortadas. Esto ahorra mucho tiempo sin sacrificar el sabor.
Paso 2: Sofreír la cebolla y el ajo
Este paso es esencial para darle carácter a la sopa. Sofreír la cebolla y el ajo en un poco de aceite de oliva libera sus aromas y le da más cuerpo al caldo.
Cómo sofreír hierbas correctamente
Calienta una cucharada de aceite de oliva en una cacerola a fuego medio.
Añade la cebolla picada y deja que se rehogue durante 2 minutos. Debe quedar translúcida, pero no coloreada.
Agrega el ajo picado y remueve durante 30 segundos para evitar que se queme.
Consejo: Si prefieres un sabor más intenso, añade una pizca de sal al principio de la cocción. Esto ayuda a extraer el agua de las cebollas y mejora su sabor.
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