En otro recipiente, monta la nata líquida (que debe estar muy fría) con una batidora eléctrica hasta que obtengas picos firmes.
En un pequeño recipiente, calienta el jugo de limón y disuelve en él la gelatina previamente hidratada, removiendo bien.
Agrega la gelatina disuelta a la mezcla de queso crema, mezclando bien para que se integre por completo.
Con cuidado, incorpora la nata montada a la mezcla, haciendo movimientos envolventes para evitar que se baje.
3. Incorporar los melocotones:
Pela y corta los melocotones en trozos pequeños, reservando algunos para la decoración final.
Incorpora los melocotones troceados al relleno de queso y nata. Si deseas, puedes triturar una parte de los melocotones para crear un puré suave que le dará un toque más intenso de sabor.
4. Montar la tarta:
Vierte el relleno sobre la base de galletas ya enfriada, extendiéndolo bien con una espátula.
