Hinchazón de piernas, tobillos y cara
; fatiga;
náuseas y vómitos;
pérdida de apetito
; dolor de espalda o flancos;
disminución de la diuresis. El tratamiento para
la inflamación renal
depende de la causa subyacente. Las opciones incluyen:
Medicamentos: Se utilizan para tratar infecciones, reducir la inflamación y controlar la presión arterial.
Diálisis: Un tratamiento que filtra la sangre cuando fallan los riñones.
Trasplante de riñón: Necesario en casos de daño renal grave o insuficiencia renal crónica.
Paso 1: Control de los oxalatos.
Saber qué frutas y verduras son buenas para los riñones puede ser complejo, pero es esencial para su salud. Algunos alimentos, como las espinacas y los frutos secos, tienen un alto contenido de oxalatos, compuestos naturales que pueden formar cristales en los riñones. Aquí hay dos maneras de equilibrar su consumo:
Consuma calcio: El calcio se une a los oxalatos, lo que facilita su paso por los riñones y reduce el riesgo de cálculos renales.
Consuma verduras cocidas: La fibra presente en las frutas y verduras cocidas puede unirse a los oxalatos en el intestino, impidiendo su entrada al torrente sanguíneo.
Paso 2: Use fibra para eliminar las toxinas urémicas.
Las toxinas urémicas, productos de desecho formados por la descomposición de las proteínas, pueden acumularse en la sangre cuando los riñones no pueden filtrarlas eficazmente. La fibra, en particular la fibra soluble, puede unirse a estas toxinas en el intestino, impidiendo su entrada al torrente sanguíneo.
